La alimentación intuitiva es un enfoque que promueve una relación saludable con la comida, basada en escuchar las señales naturales de hambre y saciedad del cuerpo. A diferencia de las dietas restrictivas, este método no se centra en contar calorías o eliminar grupos de alimentos, sino en confiar en la sabiduría interna del cuerpo para guiar las decisiones alimentarias. Fue desarrollado en los años 90 por las dietistas Evelyn Tribole y Elyse Resch, y desde entonces ha ganado popularidad como una alternativa sostenible y equilibrada para cuidar la salud física y mental.
¿Qué es la alimentación intuitiva?
Como veníamos diciendo, la alimentación intuitiva no es una dieta, sino un marco de referencia para desarrollar una relación positiva con la comida y el cuerpo. Se trata de un proceso de reconexión con las necesidades fisiológicas y emocionales, dejando atrás la mentalidad de «dieta» y adoptando una actitud de respeto y cuidado hacia uno mismo. Se basa en una serie de principios fundamentales, que desarrollaremos posteriormente, que guían a las personas hacia una alimentación más consciente y libre de culpa.
La alimentación intuitiva fomenta la aceptación del cuerpo y la eliminación de juicios morales sobre la comida y como concepto central ubicar el rechazo a la cultura de la dieta, que promueve la idea de que ciertos alimentos son «buenos» o «malos» y que el valor de una persona está ligado a su peso o apariencia física.
Podría interesarte este artículo sobre Psiconutrición.
Principios básicos de la alimentación intuitiva
De manera resumida, podemos centrar los principios fundamentales de esta tendencia en 5 puntos clave:
- Rechazar la mentalidad de dieta: Dejar de lado las reglas rígidas de las dietas y evitar la obsesión por perder peso.
- Honrar el hambre: Reconocer y responder a las señales de hambre física, proporcionando al cuerpo la energía que necesita.
- Hacer las paces con la comida: Permitirse comer todos los alimentos sin culpa, eliminando la idea de «comida buena» o «comida mala».
- Desafiar la policía alimentaria: Cuestionar los pensamientos internalizados que juzgan las elecciones alimentarias.
- Descubrir la satisfacción: Disfrutar de la comida y encontrar placer en la experiencia de comer.
Estos principios no solo buscan mejorar la alimentación, sino también reducir el estrés y la ansiedad asociados con la comida.
Beneficios de la alimentación intuitiva
Numerosos estudios han demostrado que la alimentación intuitiva tiene múltiples beneficios para la salud física y emocional.
Por un lado, se vincula a una mejora de la salud mental. Al reducir la obsesión por las dietas y el peso, este enfoque ayuda a disminuir los trastornos alimentarios, la ansiedad y la depresión.
También nos ayuda a una mejor relación con la comida. Las personas que practican la alimentación intuitiva suelen sentirse más libres y menos culpables al comer.
De forma paralela, nos facilita el mantener un peso corporal equilibrado. Aunque no es su objetivo principal, muchas personas logran mantener un peso estable al escuchar las necesidades de su cuerpo.
Aún más importante es el aumento del bienestar y una mayor satisfacción y autoestima. Al centrarse en la conciencia, el placer y la saciedad, se aumenta la sensación de control a la vez que se evita el ciclo de restricción y atracones.
Te podría interesar este artículo sobre la ortorexia.

¿Cómo empezar con la alimentación intuitiva?
Para comenzar a practicar la alimentación intuitiva, es importante seguir algunos pasos clave. En primer lugar, hemos de aprender a identificar el hambre física. Vivimos desconectados de nuestro mundo interior, y eso nos impide en muchas ocasiones diferenciar los mensajes que nos envía nuestro cuerpo. Tendemos a identificar multitud de sensaciones/emociones diferentes como hambre, lo que nos lleva a comer por impulsos y habitualmente a hacerlo de una manera insana.
Podría interesarte este artículo sobre hambre emocional.
Parte del entrenamiento a desarrollar y otro de los pasos a desarrollar, es comer sin distracciones. Dedicar una o varias de nuestras comidas a hacer solo eso, comer con atención. Puede parecer una tarea sencilla, pero a pesar de esa sencillez, se trata de algo que nos cuesta hacer con asiduidad. De esta manera desarrollamos el saboreo de los alimentos y es mucho más sencillo detectar las señales de saciedad.
Cuando hablamos de alimentación intuitiva, tenemos que tener claro que no existen los alimentos prohibidos. Todos los alimentos están permitidos, eliminando así cualquier resto de restricciones o culpa al ingerir alimentos.
Por último, practicar la autocompasión es un elemento indispensable para ser amables con nosotros mismos y evitar juzgar las elecciones alimentarias, así como para huir del autodiálogo sancionador que suele acompañarnos cuando hablamos de alimentación.
Recomendaciones nutricionales
Nada cambia respecto de las recomendaciones nutricionales tradicionales cuando hablamos de alimentación intuitiva. La variedad en las comidas y alimentación basada en productos naturales se encuentra absolutamente en el centro de este enfoque.
La alimentación intuitiva es una herramienta poderosa para mejorar la relación con la comida y el cuerpo. Al centrarse en las señales internas y rechazar las reglas externas de las dietas, este enfoque promueve un equilibrio saludable y sostenible. No se trata de una solución rápida, sino de un proceso de aprendizaje y autoconocimiento que puede transformar la forma en que nos relacionamos con la alimentación y con nosotros mismos.
Si deseas iniciarte en un proceso de alimentación intuitiva, no dudes en consultarnos y te ayudaremos en todo lo que necesites.

