Durante años la relación entre la alimentación y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha sido objeto de investigación, y aunque no se ha encontrado una dieta específica que cure el TDAH, hay ciertas pautas y consideraciones dietéticas que pueden ayudar a mejorar los síntomas en algunos individuos. Vamos a conocer en primer lugar el problema para enfocarnos posteriormente en las posibles soluciones.
¿Qué es trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?
Cuando hablamos de TDAH nos referimos a un trastorno neurobiológico del desarrollo que se caracteriza por la presencia de patrones persistentes de inatención, hiperactividad y/o impulsividad que son más severos de lo que se esperaría para el nivel de desarrollo del individuo.
Causas del TDAH
En realidad, todavía desconocemos el origen exacto de este trastorno, pero sabemos que se trata de una serie de factores genéticos, ambientales y físicos, como leves diferencias a nivel de arquitectura cerebral, que parecen favorecer la aparición del TDAH.
Síntomas del TDAH
Como ya podemos anticipar conociendo el acrónimo que define este trastorno, los síntomas característicos del TDAH son:
- Hiperactividad: movimientos constantes tanto voluntarios como involuntarios, hablar en exceso, imposibilidad de mantenerse quieto o sentado en una situación que así lo requiere, etc.
- Impulsividad: actuar sin evaluar citaciones peligrosas, dificultad para esperar turnos, etc.
- Inatención: problemas para mantener la atención en tareas o actividades, dificultad para seguir instrucciones complejas, olvidos frecuentes en actividades diarias, etc.
¿Qué relación existe entre el TDAH y la alimentación?
La alimentación, como proceso básico del organismo a través del cual se obtiene energía, está relacionada de manera directa con la forma en que se desempeñan las tareas de ese organismo. Lamentablemente para nuestros intereses, esa relación suele ser multifactorial y escapa a nuestra comprensión. Sin embargo, gracias a las investigaciones científicas, cada día vamos conociendo de manera más detallada cómo se producen estas interacciones.
Alimentos y nutrientes para el TDAH
Si como decimos, el TDAH se trata de un funcionamiento alterado del organismo, parece lógico pensar que los alimentos que sabemos que potencian esa “aceleración” son aquellos que deberemos evitar. Por el contrario, aquellos que son de sobra conocidos por favorecer el equilibrio en nuestro cuerpo serán los que deberíamos incorporar en nuestra dieta diaria.
Alimentos recomendados para el TDAH
Como primera recomendación cuando hablamos de alimentación y TDAH debe destacarse la importancia de mantener una dieta equilibrada. Asegúrate de que incluya un equilibrio adecuado de carbohidratos, proteínas y grasas saludables. Las proteínas, en particular, pueden ayudar a mejorar la concentración y el enfoque.
Especial mención deben tener en este punto, los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados grasos como el salmón, las nueces y las semillas de chía, ya que pueden tener un impacto positivo en la función cerebral y, potencialmente, en los síntomas del TDAH.
Otro aspecto a cuidar sería la hidratación, ya que la deshidratación puede afectar el rendimiento cognitivo, así que es importante asegurarse de que se ingiera suficiente agua a lo largo del día.
También nos debe de preocupar a la hora de abordar el TDAH, el hecho de mantener unos horarios regulares de comida. Mantener una rutina de comidas y meriendas puede ayudar a estabilizar la energía y el enfoque a lo largo del día. Algunos estudios han explorado la eficacia de ciertos suplementos, como el zinc y el hierro, para mejorar los síntomas del TDAH, si bien, antes de considerar dichos suplementos, es fundamental consultar con un profesional de la salud.
Alimentos prohibidos o no recomendados para el TDAH
En el lado negativo de la balanza se encuentran aquellos alimentos que son conocidos por alterar el funcionamiento del organismo. Sin duda, unos de los más conocidos son los azúcares añadidos y carbohidratos refinados, que pueden favorecer picos de insulina en sangre seguidos de caídas, que pueden afectar el comportamiento y la concentración.
Por otro lado, algunos estudios sugieren que ciertos aditivos alimentarios y colorantes artificiales pueden agravar los síntomas del TDAH en algunos niños. Es recomendable leer las etiquetas de los alimentos y optar por productos sin aditivos innecesarios.

Mitos sobre la alimentación y el TDAH
No existe evidencia científica de una dieta que cure el TDAH, pero con un plan personalizado se puede evaluar como la alimentación puede mejorar el TDAH. Este plan nos ayudará a monitorear y registrar nuestras comidas, y a conocer cómo estas pueden estar afectando al trastorno.
Recomendaciones psicológicas
Las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) pueden manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Informarse sobre el trastorno, tener técnicas de organización, de manejo emocional y la promoción de hábitos de vida saludables son algunas de las herramientas que podemos desarrollar en busca de esta mejora. Desde Nutrium y su variado equipo de profesionales podemos ayudarte en la consecución de dichos objetivos.